Mil ilusiones

18.4.07

a verrrrrr

Dos definiciones o explicaciones magistrales:

-"el clásico resultó así porque Boca jugó como juega River cada vez que enfrenta a Boca... ¿y River? River jugó como un equipo chico que juega contra River" Kioskero de Maipú y Agustín Alvarez.

- "Nunca entendí mucho esa noción del Espíritu Santo, esa paloma que desciende verticalmente desde los cielos a embarazar vírgenes. Tampoco comparto mucho el concepto de Dios, hace tiempo que lo busco más en los demás que en el alto cielo" Eduardo Galeano, en una entrevista que vi anoche en el canal 5 de Multicanal.

¿Qué tal?

22.2.07

La luna y yo

Por mucho que la mire.
Por que me gusta y
y la mire y la mire,
por más que la sienta casi mía
odio a la luna.
Por mucho que me guste,
siempre me deja la garganta seca.

15.2.07

me presionan

loco, no se que onda... me cambiaron todo para entrar!!! todo cambia, maldicion! prometo actualizar prontito

31.10.06

Y...

Algunos lo saben -otros no-, pero hace un par de semanas empecé a trabajar de profesor de Lengua y Literatura. Si bien sigo cursando la carrera, al tener más del cincuenta por ciento de las materias aprobadas estoy habilitado a dar clases.
Tomé mi primer curso: una suplencia de apenas dos días en un séptimo grado de una escuela de Florida. Lo primero es lo primero, pensé y armé una clase en la que destinaríamos una hora para presentarnos. Consistía en decir nombre, edad, cosas que gusten y cosas que no, primero oralmente, luego por escrito. Después, podríamos hacernos preguntas. Una vez terminada la presentación, los chicos empezaron a preguntar "¿está casado?", "¿de que cuadro es?", etcétera. Una de las blancas palomitas me pregunta por qué elegí ser profesor y de "una materia tan aburrida como Lengua. Sonreí y le contesté "Lengua y Literatura, por que me encanta leer... y soy profesor porque no me resigno a dejar de creer que este mundo puede ser mejor, y que se puede lograr más desde la educación que desde la política y la violencia..." Algunos asintieron, otros se rieron, alguno cuchicheó algo por lo bajo. Pero me quedo con Julián, un enano que desde su metro veinte y con toda la candidez de sus doce años, me preguntó boquiabierto: "¡¡¡¡ Profe!!!! ¿¿¿¿Usted es un hippie????"
No lo soy, pero desde entonces, ese es otro motivo por el cual digo que elegí ser docente.

19.10.06

Pandemonium

si, si, ya sé que no es nuevo... pero ando con muy poco tiempo, y además hay mucha gente que no lo leyó... besosssssss
Pandemonium
Primero el horror. El miedo, el espanto, el dolor causado por advertir lo inadvertible, por comprender lo incomprensible, por vislumbrar que la realidad no es más que una pantomima que algo o alguien manipula a su antojo, sin percibir que los hilos de los que se vale el destino para designar nuestras vidas nada tienen de azarosos; que todo está maniobrado, minuciosamente calculado, que no existen las casualidades, y que éstas son sólo excusas que utiliza la gente para explicar a las reales y palpables causalidades, los caprichos del porvenir. Ahora todo parece vulnerable, insignificante, pero a la vez -contradictoria y paradójicamente a la vez- excesivamente complejo, estructurado. El mundo, antes tan enmarañado, oscuro y misterioso, ahora puedo comprenderlo con una claridad, con una sencillez que jamás había imaginado.Y después, inmediatamente seguido al horror por comprender lo incomprensible, por advertir lo inadvertible, me enfrento a tu bronca, tu rencor, tu despecho, tu repentino desamor, producto de tu inocente y disculpable ignorancia sobre la verdad de las cosas, aún sin saber, sin haber descubierto que todo lo sucedido no fue sino una de esas tantas e imperceptibles cadenas de causas y consecuencias. Pero a tus condenas y acusaciones –entendibles, por cierto, pero equivocadas-, inquietantes, inquisidoras, no las tomo como agresiones sino con dulzura, con la ternura con la que se reciben las incoherentes recriminaciones de los niños, sumidos en la ingenuidad, en la inexperiencia de lo que los rodea, con la virginidad propia del desconocimiento causado por ignorar la verdad, que no podemos hacer nada por evitar a esta vil treta jugada por la providencia, que los accidentes no existen, que todo lo que sucede son sucesiones de hechos relacionados entre sí, entretejidos como una telaraña, que yo no soy el culpable de nada.Y justo en el preciso y maravilloso momento en que a fuerza de besos, abrazos y consuelos, logro que entiendas que ya nada puede ser malo, que eternamente vamos a estar juntos por más extraño y desagradable que se sea este lugar, cobran intensidad las luces a nuestro alrededor, el sonido de las voces que resuenan en nuestras cabezas, haciendo lo posible por sacarnos de este letargo en el que nos encontramos. Los gritos, la desesperación, la agitación. Y luego, de golpe, como una visita no esperada ni deseada, llega el silencio. La quietud total, absoluta, pacificadora, pero a la vez –nuevas contradicciones y paradojas- amenazan con destruir todo lo que logramos hasta este instante. Todo lo que ahora se ve tan frágil, tan delicado como las alas de una mariposa, y a la vez tan sistematizado, monstruosamente organizado, que alguna gente equivocadamente llama vida y nosotros ahora llamaremos muerte, se ve intimado por este abrumador mutismo en el que lo único que se escucha es el imaginario galopeo de aquello que eran nuestros corazones –el tuyo más agitado que el mío-, y el sonido de nuestros pasos al avanzar tomados de la mano por este pedregoso terreno, este espinoso sendero que quién sabe dónde diablos terminará.

19.9.06

¿Qué es Poesía?

Revisando los temas que tendré que dar en mis prácticas docentes, me asaltó una inquietud: ¿Cómo diablos daré “Poesía”? ¿cómo captar el interés de los chicos? empecé a preguntarme ¿qué es poesía?, una y otra vez, fui y vine sobre ese concepto... ¿Qué es Poesía?
Como tantas otras veces, decidí recurrir a lo más fácil. Me bastó con inclinar un poco el cuerpo y estirar el brazo la distancia necesaria, para manotear un diccionario y encontrar una definición que aplaque mi sed de conocimiento. El más obtuso de los mataburros enunció: “forma del discurso literario o artístico que se rige por una singular disposición rítmica y por la relación de equivalencia entre sonidos e imágenes.”
Sinceramente, esa definición me pareció un poco pobre. Resolví, entonces, ahondar un poco más en la biblioteca, para encontrar algo más exhaustivo. Un viejo libro de análisis literarios refunfuñaba: “La poesía o discurso poético une a veces la organización métrica a la disposición rítmica y, en esos casos, puede tener una estructura estrófica. Originalmente unida a la música en la canción, se fue independizando y el ritmo propiamente musical fue sustituido por el ritmo lingüístico. Este fenómeno ha motivado ciertas definiciones de poesía en las que se otorga papel relevante a la métrica y deja de lado prácticas poéticas, como la basada en versículos o el verso libre, en las que importa más lo rítmico que lo estrictamente métrico.”
Muy lindo, pero la verdad... Recordé entonces, que lejos de estas definiciones –verdaderas, por cierto, pero un tanto frías y estáticas- numerosos poetas han teorizado (poéticamente), ensayado dictámenes mucho mas bellos que los anteriores. Claro que esas enunciaciones no son científicas, sino que son casi mágicas, misteriosas, pertenecen más al plano metafórico que al real.
Bécquer, además de susurrar “Poesía eres tu” al oído de su musa, sostiene que: “el que la siente se apodera de una idea, la envuelve en una forma, la arroja en el estadio del saber y pasa. Los críticos se lanzan entonces sobre esa forma, la examinan, la disecan, y creen haber comprendido, cuando han hecho su análisis. La disección podrá revelar el mecanismo del cuerpo humano; pero los fenómenos del alma, el secreto de la vida ¿cómo se estudian en un cadáver?” Maravilloso. ¿qué más se puede agregar? la poesía es el cadáver de lo escrito... la verdadera Poesía reside fuera del papel, ahí solo está el cadáver, lo que queda...
Súbitamente vinieron a mi mente las palabras de Antonio Machado: “la Poesía es la palabra en el tiempo”: ¿ Qué es Poesía? Es lo que perdura, lo que se mantiene, lo que queda, lo trascendente, lo que tiene una entidad propia. (Clap Clap, ¡aplaudan!)
Las clases de Teoría Literaria no fueron en vano, pensé sonriendo al recordar: un poco más cerca en el tiempo, Rafael Alberti poetiza a partir de su propia experiencia como poeta: “Hermosa, fuerte, dulce, no me abandones. Eres lo que me queda, fiel. Paz entre la guerra y la sangre... Por ti yo he sido, yo soy música, ritmo veloz, cadencia lenta... Por que por ti yo soy tu, y seré por ti solo, lo que fuiste y serás siempre en el tiempo...”
¿Qué es poesía para Alberti? La disquisición, en realidad debería ser ¿qué no es poesía para Alberti? Es su hermana, compañera en el exilio, en la persecución, en el dolor y en la alegría, es lo que tuvo siempre, lo que tiene y lo que tendrá alguna vez. Es su razón de vida, su ayuda, su solución, es todo lo que es, lo que fue, lo que será y lo que puede llegar a ser. Es su motor, es eso que lo impulsa, lo que lo hace fuerte, débil, sensible y racional. Es lo que le da el compromiso, lo que lo convierte en música de las cigarras populares, de los oprimidos, de los perseguidos, voz de los que no tienen voz ni oído. La poesía es lo que lo salva, lo rescata, lo alza, lo que le da vida a los muertos y a los vivos. ¿Qué es poesía para Rafael Alberti? Es todo y es nada: es él.
Ahora no me quedan dudas, o mejor dicho, solo una: ¿Para qué sirven los diccionarios?

4.9.06

Buenassssssssss

Un rato antes que suene el despertador, sintió entre sueños una molesta luminosidad anaranjada entre los párpados. “Un rayito de sol que se filtra por la persiana” pensó, todavía medio dormido. No quería levantarse aún, calculó que faltaban más o menos dos horas para ir a trabajar: se quedaría en la cama un rato más. Sin abrir los ojos, movió la cabeza, giró su cuerpo dándole la espalda a la pared, por lo que supuso que evadiría el trayecto de la luz, pero fue en vano ya que el resplandor seguía pegándole de lleno en la cara. Todavía podía sentir a través de sus párpados a esa insufrible, a esa intolerable claridad que no lo dejaba regresar al sueño. Nuevamente cambió de posición, ahora boca abajo, primero con la cabeza a la derecha, luego a la izquierda... pero el destello era inevitable, ineludible. Probó cubriéndose la cara con la almohada; ahí estaba resguardado, sólo que -siempre hay algo que complica las cosas- no podía respirar. Impaciente, volvió a su posición inicial, pero apoyó su cabeza contra la pared y se tapó con la sábana: de nada sirvió, la claridad pasaba a través de la manta. Irritado, haciendo fuerzas para no despertarse, dio una serie de giros en la cama, tratando de encontrar en vano un rincón de oscuridad, un segundo de paz, un resguardo a ese pequeño pero insoportable, insufrible fulgor, hasta que por fin se dio cuenta de que en realidad no había ni cama, ni almohada, ni habitación, ni resto del mundo, sólo esa luz y él: él era esa luz, una insignificante e intrascendente luz en un mundo un tanto oscuro a veces.