Mil ilusiones

26.4.06

Hoy me levante pensando en algo...

Bicho raro el ser humano... complejo, enmarañado... impredecible.
Parece mentira -pero paradojicamente es cierto- que miembros de la misma raza hayan creado la Novena Sinfonia y la Bomba atomica... Ser humano, bicho raro: crea armas y Poesia, ama y odia, es amado y odiado, aprecia y despreci. A veces sincero, otras mentiroso... Es fiel o traidor... mata por monedas, por millones... quiere poder o no quiere nada... Solidario o egoista.
"El Arte es el alimento del espiritu", rezaba Oscar Wilde, pero a veces parece que fuera otra cosa: dinero, poder, placeres efimeros...
Algunos se arrojan de un quinto piso y otros darian lo que sea por vivir un dia mas... Unos mueren de hambre, otros tiran la comida. Dicen que el ser humano es un animal social, aunque a veces vaya en contra de esa misma sociedad, de esa misma cultura que supuestamente es la que lo mantiene vivo...
Bicho raro el ser humano, ¿No?

19.4.06

¿Qué tal? Por aquí todo bien, con un poco mas de optimismo, esperanza y con la alegria de descubrir muchas cosas que de haber vislumbrado antes, todo hubiera sido mas facil... pero como reza el Martín Fierro: "junta esperiencia en la vida; hasta pa´dar y guardar; quien la tiene que pasar entre sufrimiento y llanto; porque nada enseña tanto; como el sufrir y el llorar"
Y es por eso que les regalo un cuentito que escribi a mediados del año pasado. Que lo disfruten:


La inconcebible historia de Vernet

Los hechos sucedidos en la cárcel de Ushuaia durante el mes de octubre de mil novecientos veinticuatro con respecto al recluso número 1.652, siguen sin tener otra explicación mas que la que ha dado el “boca en boca”. Muchos aseguran que se trata simplemente de una leyenda urbana, esas que tanto abundan en nuestro territorio. Pero en 1979, Julio César Gorostiaga, un corresponsal argentino de un periódico extranjero el cual no es mi intención mencionar, pudo -o creyó poder- dilucidar los hechos. Buscando información sobre Cayetano Santos Godino para una crónica sobre los asesinos múltiples en la historia de nuestro país, encontró por casualidad la historia de Juan Bautista Vernet, otro macabro homicida confinado en la misma prisión. Se trata de un francés llegado a la Argentina alrededor de 1912, conocido en su época por la morbosidad de sus crímenes, pero ignorado históricamente debido a la siniestra popularidad del “Petiso Orejudo” y su nombre es sinónimo de misterio en lo que respecta a su indescifrable desaparición.
Obsesionado por develar el enigma, el periodista dedicó meses a la investigación de los hechos, hasta que hurgando en viejos diarios, archivos y expedientes, logró dar con un elemento que supuso ostenta la verdad del asunto, o al menos su aproximación. Se trata de un viejo cuaderno de uno de los presos del cual aún se desconoce su identidad, utilizado no sólo para llevar las anotaciones diarias, sino también para verter los pensamientos, emociones y, porqué no también, las fantasías de su autor. En la página 36, se puede apreciar una pequeña historia fechada el 14 de octubre de 1924 que según Gorostiaga, arrojó al menos un rayo de luz sobre los hechos. El texto completo es el siguiente:

“Hacía varios años que estaba en el mismo lugar, entre una reja y tres paredes que en otro tiempo supieron ser blancas. Tirado sobre un hediondo colchón, paseaba su vista por los ladrillos que se asomaban por debajo de los restos de pintura sucia y descascarada que se resistía a caer completamente del muro. Mientras armaba un cigarrillo, repasaba los hechos que lo llevaron a pasar los últimos diez años de su vida en ese sitio, y con resignación pensó que todavía le quedaban siete más. Dejó salir el humo por la nariz mientras se repetía a sí mismo: “si tan sólo pudiera volver a mi hermosa Marsella”. Siete años. Dos mil quinientos cincuenta y cinco días y otras tantas noches. “Es mucho tiempo”, pensó. “Demasiado para estar acá”.
Noches después, luego de sofocar una revuelta en el comedor, los guardias procedieron al conteo de los presos, con resultado satisfactorio. Varios estaban heridos, algunos de gravedad. El francés estaba intacto, se había mantenido alejado de la pelea, aunque algunos lo acusaron de haberla iniciado.
Al regresar a las celdas, se tiró como siempre en su camastro y empezó a fumar con la mirada perdida en un punto imaginario en la pared, como si ese punto fuera una ventana a su querida Francia, a las playas del Mediterráneo que tantas veces recorrió. Sólo que esta vez no se lo veía triste y desganado como siempre, sino concentrado, focalizado, esforzándose con toda su energía para mantener esa visión, para que no se cierre esa ventana...
A la mañana siguiente, los guardias de seguridad encontraron su uniforme rayado tirado en el suelo.”

Gorostiaga negó rotundamente que este texto sea un cuento, sostuvo que quien haya sido el autor fue un testigo privilegiado de los sucesos y se limitó a narrarlos. Manifestó que tanto la fecha de escritura como el hecho de que el personaje sea francés eran pruebas contundentes que se referían a Juan Bautista Vernet. La añoranza del protagonista del relato por su país, y ese final que roza con lo fantástico indicarían que de alguna manera imprecisa, el presidiario pudo transportarse instantáneamente a su amada Francia sin que importen los gruesos muros de la prisión ni los miles de kilómetros que separan a Argentina de Europa. Nunca se encontró el cuerpo de Vernet. Su ropa fue hallada de la misma manera en la que es descripta en ese misterioso texto. Es ridículo pensar que haya podido escapar estando desnudo sin haber sido visto por nadie y suponiendo que esto haya sido posible, debería haberse encontrado su cadáver en las gélidas tierras fueguinas. En los expedientes figura como “desaparecido”.
El periodista nunca pudo llegar a publicar la nota. Al diario no le interesó, definió a la investigación como “una sarta de disparates y sandeces impublicables y una pérdida de tiempo” El telegrama de despido le llegó antes de poder viajar a Europa para buscar pruebas irrefutables de la existencia de Vernet en Francia desde 1924 en adelante.

17.4.06

ELLLLLLOOOOOOOOOOOOO

Buenas... doy gracias a las dificultades... a los quilombos y alos mambos... Gracias a ellos puedo darme cuenta qué es lo realmante importante... y quiénes tambien. Gracias.

11.4.06

Buenas y santas...

¡¡¡¡ahijuna!!!! como va gentita? espero que todo bien...
desde aqui les pregunto: ¿alguien sabe qué mal aguero (no se como hacer los puntitos de la "U", diantres, ja), qué maldicion se habra aprovechado de mi...? ¿cuál de todos los elefantes que atraviesan el cielo impulsándose con sus orejas a lo Dumbo (¿habrá sido él?, ja) ha decidido defecar en mi hombro...?
Y mi desdicha no se relaciona en forma directa y proporcionalmente a este blogcito... las últimas tres veces que quise colgar algo... ¡¡¡por hache o por be no pude!!!
intento numero uno: Viernes. Visito como tantas otras veces al cíber/locutorio amigo, (a pasitos de puente saavedra y a escasas cuadras del profesorado al que concurro). Pido una máquina como tantas otras veces, chequeo mis mails, y luego de varios etcéteras, inserto el diskette con los textos, y ... ¡Caramba!:"el dispositivo no esta listo compruebe que se haya insertado un diskette en la..." ¡¡¡buaaaaaaaaa!!! naturalmente, presento mi queja al nuevo empleado del locutorio/cìber, con la mejor onda posible, a lo que responde como si fuera algo normal: "ah, las disketeras no andan..." "¿ninguna?"...."no, ninguna" mmmmmm... que raro, ¿no? sobre todo por que es el locu/ciber en el que imprimi los 116 trabajos practicos que me hicieron hacer el año pasado, ademas de ser el lugar donde cargue las entradas anteriores... bue, ya fue... lo hare el lunes... me voy con la cabeza gacha y silbando bajito...
intento número dos: Lunes. Gracias a Dios, puente Saavedra es la zona con mas cíbers y locutorios per cápita en la provincia de Buenos Aires... (como avenida de los Constituyentes lo es de las almacenes, ja). Me dirijo, entonces a otro sitio a fin de poder cargar este bendito blog. imaginen cuál sera mi cara al sentarme en la silla y ver que las dos computadoras que no estaban ocupadas -mas la mia, por supuesto- tenian un reverendo trozo de cinta de embalar (clara invitacion a no insertar diskettes) bua. Otra vez me retiro silbando bajito. Ni proteste, total...
intento número tres: Martes. Hay un viejo proverbio que dice: "el que se quemo con leche, ve la vaca y llora". Conociendo ese dicho, me propongo ir a otro lugar: Le declaré la guerra a los ciber y locutorios de Puente Saavedra... El lugar escogido no es otro que el ciber del peruano en la estacion de mi amado Carapachay (barrio padre) Lean las desalentadoras palabras del dependiente del local: "tengo una máquina libre, pero te aviso: no uses la diskettera, creo que tiene un virus" ¡¡¡¡Oh, Diosssssssssssssssssssssssssssssssssssssss!!!! De todos modos, la tozudez es una de mis características, por lo que no use la bendita diskettera... pero al blog ¡¡¡hoy lo actualizaba o lo actualizaba!!!
Igual, sigo pensando en que una maldicion me acecha...¿no es mucha casualidad? bua!
Para aliviar mi pesar, cuentenme seguidillas de hechos que parezcan irreales de tanta mala suerte que acarrean! salud!
ah, de paso devuelvo el chivo: www.fotolog.com/kampanitta es el fotolog de kampi!!! metanse y firmenselo!

6.4.06

Y vamos con mas!!!


Así


Y así, casi tan vertiginosamente como mi vida y su vida pasaron a ser nuestra vida, un atajo hacia la felicidad (entre tantas otras cosas), nuestras rutas retrocedieron, volvieron a su origen: Ella en (y con) su vida; yo –de pie, inmóvil-, preguntándome si al final ella es la llave que abre o el candado que cierra; si ella es mi conciencia o mi inconciencia.
Yo, parado al costado de esa novedosa aventura diaria que solíamos recorrer juntos.
¿Mi vida, su vida, nuestra vida?... ¡si al fin y al cabo son prestadas! ... ¡Ahora hacete cargo vos, Diosito!

3.4.06

¿Y?

Hey niños, a continuacion, una cosilla que escribi hace un tiempo, para una de esas personas que aparcen una sola vez en la vida. Espero que les guste, besos!


¿Y?

Argentinísimo domingo a fuerza de mates y truco con amigos. Sólo que esta vez tambien está ella, atreviéndose a desmentir a Borges, por que es su mirada -y no esos 40 coloreados talismanes de cartón- quien ha desplazado la vida... (lean a Borges y entenderán, mediocres ja)
Esa mirada, (si, es un poco cursi ¿y que?) la misma que semanas atrás me convenció de rogarle por un beso, la misma que días después me provocó infinitos remordimientos al reconocer uno de mis tantos pecados (¡sólo que éste es tan distinto a otros!) Y es idéntica a la que ahora me hace temblar mientras alimento la falsa esperanza de que ese guiño (que todavía no sale del todo bien, falta práctica, eh) signifique algo más que el as de bastos. Y esa misma mirada hoy, clavada en la mía, es la omnipotencia pura, es realmente quien todo lo puede (otra vez desairando a Jorge Luis... ¿cómo se atreve?), no ese ancho de espadas que alguien guarda para definir la mano en tercera luego de cantar el tan ansiado vale cuatro. Y esa encantadora boquita que una noche fue mía (sólo una, ¿por qué sólo una?), besuquea el aire escudándose en la bombilla para que sólo yo la vea. pero... ¿de qué me sirve un dos, si lo que yo quiero es un beso...?