¿Quién se atreve a negarlo?
Los que me conocen lo saben. La desdicha y la mala suerte es una de mis características más relevantes... ¿no me creen? les cuento uno de los últimos eventos, a fin de despejar toda duda.
Hace un par de semanas, de seguro habrán recibido un mail mío en el que los invitaba (casi en un ruego desesperado) a donar sangre para la primita de una amiga que padecía una terrible enfermedad (gracias a los que fueron).
De más está decir que en la priimer mañana libre que tuve, me levante tempranito y en ayunas, me dirigí al banco de sangre, con la mayor predisposición y feliz por estar convencido de hacer una buena acción. Dado que mi grupo sanguíneo es 0 rh- (dador universal), siento cierta omnipotencia, casi una especie de poder en lo que respecta a la donación. Un médico amigo me dijo que ese tipo de sangre valía por seis dadores, por lo que me sentí superpoderoso: nada me detendría.
Al llegar al lugar, me recibe un médico que me dice con tono amigable y derrochando simpatía, que debo responder ciertas preguntas antes del pinchazo. No me incomodó para nada, aunque esas preguntas hacían lo imposible por lograrlo ("¿tuviste relaciones con algun hombre?", "¿sífilis?", "¿qué drogas consumís?" entre otras). Con mi mayor predisposición, respondí cada una de esas disquisiciones, y con toda sinceridad.
Cuando el doctor me preguntó si tenía pareja estable, además de reabrir una herida (¿viste coty?), noté cierta incomodidad en su rostro... a continuación me pregunta con cuantas chicas estuve desde el comienzo de mi soltería (¿existe esa palabra?). Le dije que sinceramente no recordaba, a lo que entre guiños y sonrisas me informa que entonces no puedo donar sangre, que esto y que lo otro.... Debo reconocer que se me nubló la mente... no entendí bien que decía, creo que algo acerca de la seguridad completa del preservativo y etc (este cretino no solo me hizo sentir solo, sino que también un promiscuo enfermo buaaaaa!!). En vano fueron todos mis argumentos, el colegiado se mostró incorruptible.
Con las manos en los bolsillos y mirando al suelo como contando hormigas, me marcho del lugar, pensando en la negativa recibida (deberé ir acostumbrandome al rechazo, recuerdo que pensé). Pero aquí no terminan mis desdichas. A las pocas cuadras, veo en el suelo un billete... ¡¡¡Si!!! ¡¡¡Un billeteeeeeeee!!!! ¡ y encima verde! mientras me inclinaba a agarrarlo, pasó por mi cabeza todo lo que haría con ese dinero ¿serán 10 dólares? ¿100? regocijándome en mi crapulencia lo tomo, lo desdoblo y.... UN PUTO AUSTRAL!!!!!! ¿qué mierda hace un austral en la calle?
Solo molestarme... cabizbajo y silbando bajito, no me quedó otra que resignarme a esperar al 19. desde ese dia guardo ese billete en la billetera como recuerdo de mi mala suerte.
como verán, mi mala suerte y mis torpezas no se detienen... el hado quiere reirse de mi... ¿alguna vez les pasaron cosas de ese estilo? cuntenmelas, asi no me siento solo en esta desdicha...